Las recientes y contundentes victorias de Daniel Ortega, en Nicaragua, y del militar retirado Otto Pérez Molina, en Guatemala, vienen a consolidar el avance indetenible de la izquierdaen América Latina, el cual se reforzó con el sólido triunfo dos semanas atrás de Cristina Fernández, viuda de Néstor Kirchner, en Argentina. En los comicios centroamericanos, los pueblos de esos países enviaron un mensaje diáfano al mundo: no quieren economía de mercado que significa la explotación capitalista; por el contrario, se pronunciaron por el modelo político y económico del Socialismo del Siglo XXI, que desde hace años ya promueve el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Ortega ganó su reelección con el 62,56% de los votos obtenidos por su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ante el 30,87% conquistado por su rival, el empresario radial y diputado por el Parlamento Centroamericano, Fabio Gadea Mantilla, de la Alianza Partido Liberal Independiente (PLI). En votos, de acuerdo con cifras oficiales del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, Ortega recibió la confianza de 1.320.619 ciudadanos ante 652.585 sufragios recaudados por su contrincante. Su nueva administración, como ya lo ha manifestado, se centrará en la atención prioritaria a la población y a la construcción de las bases sólidas del Socialismo del Siglo XXI, como aliado fundamental de los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
Por su parte, Otto Pérez Molina se convertirá en el sucesor del actual mandatario, Álvaro Colom. El militarr etirado se impuso en las dos vueltas efectuadas en Guatemala. En la primera, llevada a cabo el 11 de septiembre de este año y según datos del Tribunal Supremo Electoral, el abanderado del Partido Patriota obtuvo 1.597.937 votos (36,10%) por ante su rival Manuel Baldizón, del partido Libertad Democrática Renovada (Líder), quien sacó 1.004.215 (22,68). Ya en la segunda vuelta o balotaje definitivo, realizado este domingo 06 de noviembre, Pérez Molina subió su votación a 2.300.874, lo cual representa el 53,74% de la voluntad popular, ante Baldizón, por quienes sufragaron 1.980.819 ciudadanos, el 46,26% según los votos escrutados.
Las victorias del comandante Ortega, en Nicaragua, y de Pérez Molina, en Guatemala, vienen a sumarse a los gobiernos progresistas de Hugo Chávez en Venezuela, Cristina Fernández en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Dilma Roussef en Brasil, José “Pepe” Mujica en Uruguay y de Ollanta Humala en Perú. Son mensajes interesantes, claros y contundentes que los pueblos envían a Estados Unidos y a la Unión Europea, líderes de la política imperial y de la feroz economía de mercado, del capitalismo que sobrepone el poder del dinero por encima de las necesidades humanas.
Washington y los países de la Eurozona actualmente viven grandes debacles económicas, amén de protestas de sus ciudadanos, en un movimiento que apenas está naciendo y que se ha denominado “Los Indignados”. Ambos, Washington y el viejo continente, han debido inclinar su cabeza ante la ayuda de China y Japón, los gigantes asiáticos, que tratan de equilibrar la balanza financiera en un mundo capitalista que pareciera a punto del colapso.
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