5 de octubre de 2011

EL FUNERAL DE CAP: ¿DESCANSARÁ EN PAZ?


Finalmente, y tras una agria disputa familiar de más de nueve meses, luego de su fallecimiento a los 88 años por un infarto el pasado 25 de diciembre de 2010 en la ciudad de Miami, Estados Unidos, los restos mortales del ex presidente Carlos Andrés Pérez llegaron a Caracas para su correspondiente funeral y posterior sepelio en el Cementerio del Este, en La Guairita.

El conflicto jurídico, en torno a dónde debía ser sepultado el ex mandatario, lo ganó la familia Rodríguez Rodríguez, de su esposa legal, Blanca Rodríguez de Pérez, quien siempre se pronunció con enterrar a CAP en Caracas, tal como habría sido su voluntad en vida. Como se recordará, la ex secretaria y “compañera sentimental” de Pérez, Cecilia Matos, intentó sepultarlo infructuosamente en la citada ciudad estadounidense, lo que derivó una acción legal que se prolongó por más de nueve meses, tiempo en el cual los restos del ex presidente permanecieron en una cripta mientras se llegaba a un acuerdo judicial. Al respecto, no fue necesaria una sentencia para determinar el sitio de sepultura, pues se llegó a un arreglo “amistoso” entre las partes.

El ex jefe de Estado está siendo velado en la Casa de Acción Democrática, en El Paraíso, Caracas, donde el partido que lo expulsó, tras ser destituido de la Primera Magistratura del país en 1993, le está rindiendo “homenaje” póstumo, según han declarado altos dirigentes de dicha tolda. En la mencionada sede partidista se están dando cita políticos, empresarios y sacerdotes ligados a la oposición venezolana. De hecho, el discurso en la Iglesia Nuestra Señora de la Chiquinquirá, en La Florida, Caracas, previsto para este jueves luego de que salga de la casa de AD y antes de ser sepultado en el Cementerio del Este, lo pronunciará el sacerdote jesuita Luis Ugalde, ex Rector de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab). En la sede adeca, los discursos centrales estarán a cargo del Alcalde Metropolitano, Antonio Ledezma; y del Secretario General de la organización, Henry Ramos Allup.

Carlos Andrés Pérez, conocido como “El Policía” en los tiempos que fue Ministro de Relaciones Interiores del gobierno de Rómulo Betancourt, el “padre de la democracia representativa” y “puntofijista”, combatió sangrientamente a los dirigentes izquierdistas y comunistas en los años sesenta del siglo pasado. Llegó a la Presidencia de la República en 1973, producto del voto libre, universal, directo y secreto y en su gestión entre 1974 y 1979, lo bueno que hizo fue nacionalizar el hierro y el petróleo, pero enterró el sueño venezolano de desarrollo luego de hipotecar al país a pesar de los excedentes petroleros, producto de la guerra en Medio Oriente. En esos años de bonanza económica, a nuestro país se lo llamaba la “Venezuela saudita” y el refranero popular, a sabiendas del inmenso poder adquisitivo de la población, inmortalizó esa época con el famoso “ta´ barato, dame dos”.

El primer gobierno de Pérez fue un espejismo que vivió Venezuela y así quedó demostrado luego de la asunción del Presidente Luis Herrera Campíns, en 1983, quien ante la supuesta riqueza patria se hizo la hoy pregunta histórica de “¿dónde están los reales?”. Fue tal el desastre de la administración Pérez que Herrera tuvo que devaluar el bolívar, la moneda nacional, y dejar atrás la supuesta bonanza en el conocido “Viernes Negro” del 18 de Febrero de 1983.

Carlos Andrés Pérez pasará a la historia contemporánea venezolana como un hombre que tuvo gran carisma pero que no cumplió a la patria. Por el contrario, la empobreció en su primer mandato (pese a obtener grandes ingresos producto de la venta de petróleo) y masacró al pueblo el 27 y 28 de Febrero de 1989, luego de imponer el “paquetazo económico” recetado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que lesionó gravemente el poder adquisitivo del ciudadano común en su segunda, inconclusa y desastrosa gestión de gobierno, de 1989 a 1993. CAP, o “El Gocho”, como también se le conocía, lanzó a las entonces Fuerzas Armadas contra la ciudadanía inerme y autorizó fosas comunes, despectivamente llamadas “La Peste”, en el Cementerio General del Sur, para enterrar los miles y miles de muertos, muchos anónimos, que se registraron esos días y a los que la historia llamó como “El Caracazo”.

Carlos Andrés Pérez fue el símbolo de la decadencia política, moral y administrativa de un país que no veía salida a su eterna crisis. Fue así como un grupo de militares, liderados por el actual Presidente Hugo Chávez, entonces Teniente Coronel, insurgió el 4 de Febrero de 1992 contra el régimen establecido pero “los objetivos propuestos no se cumplieron por ahora”. Encarcelado Chávez y aferrado Pérez a Miraflores, se produjo otro alzamiento castrense el 27 de Noviembre del mismo año y con los mismos resultados que el anterior. No obstante, ambas intentonas fueron el detonante de un repudio y un reclamo colectivo por el adecentamiento de los poderes públicos, carcomidos por la corrupción, la burocracia y las mafias enquistadas en el poder.

Entendiendo el momento histórico que se vivía, el entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, Gonzalo Rodríguez Corro, junto al Fiscal General, Ramón Escovar Salom, promovieron jurídicamente la destitución de Carlos Andrés Pérez de la Presidencia de la República, en un hecho sin precedentes. En 1993, Pérez fue encontrado culpable de la comisión de los delitos de peculado y malversación de fondos de Bs. 250 millones (US$ 17 millones) de la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores y sentenciado a prisión de dos años y cuatro meses, otorgándosele el beneficio de casa por cárcel por su avanzada edad.

En tal fecha, CAP dijo que “hubiera preferido otra muerte”. Antes, en 1989, durante su acto de coronación en el Complejo Cultural Teresa Carreño de Caracas, había dicho que “saldría en hombros de Miraflores”, pero la historia y sus acciones contra la patria se encargaron de sacarlo por la puerta trasera.

Una vez cumplida su condena, CAP obtuvo una curul en el entonces Congreso de la República, en 1998, por su natal estado Táchira, pero evitando un nuevo juicio de las autoridades venezolanas se marchó a República Dominicana y de ahí fue a Miami, donde obtuvo asilo. Este polémico político nació en Rubio el 22 de octubre de 1922; murió el 25 de diciembre de 2010 y, después de 9 meses, por fin será enterrado en Caracas el 06 de octubre de 2011. Que en paz descanse. La historia se está encargando de juzgarlo.

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