29 de julio de 2011

“¡AYER, HOY Y SIEMPRE ES 26!”

Era la mañana de la Santa Ana y un grupo de jóvenes emprendía una acción militar casi suicida contra los cuarteles Guillermón Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en el oriente cubano, el factor sorpresa no dio el resultado esperado y algunos murieron en pleno combate, un grupo mayor fue capturado y torturado vilmente hasta la muerte pocas horas después, finalmente otros sobrevivieron y entre ellos se encontraba el líder de aquella histórica gesta que había sido imposible identificar gracias a varios factores causales, debiendo destacarse la actitud honrada del sargento Sarría que al escuchar su nombre le dijo: joven no lo repita y evitó entregarlo a militares batistianos sedientos de sangre hasta que no se garantizara su vida por mediación de la iglesia católica, así pudo sobrevivir el joven abogado Fidel Castro y llegar hasta el juicio donde pronunciaría al final de su autodefensa las palabras que hasta el día de hoy lo han comprometido con su pueblo y con la historia: “condenadme no importa, la historia me absolverá”.
Había nacido aquel glorioso día 26 de Julio de 1953 un movimiento revolucionario desde el corazón del pueblo cubano que se haría identificar como M-26-7, su generación sería bautizada como la “Generación del Centenario” por emprender la acción precisamente cien años después del nacimiento del apóstol José Martí quien sería considerado simbólicamente como el autor intelectual de aquellos hechos. Los ideales martianos de aquellos jóvenes no dejan de impresionarnos aún al pasar los años, resaltando su profundo patriotismo, sus ansias de libertad, sus convicciones revolucionarias y seguridad de que solo la unidad, como insistía Martí en la manigua redentora, garantizaría el triunfo. Estos valientes mambises del siglo XX eran guiados por un líder que crecería a pasos agigantados en los próximos años sin tomarse un día de descanso en el exilio para preparar la expedición del yate Granma y poco más de tres años después, el 25 de Noviembre de 1956, partir desde Tuxpan rumbo una vez más hacia el oriente cubano con una consigna que confirma su fe inquebrantable en el triunfo y el compromiso perenne con su pueblo “En esta Revolución seremos Mártires o Héroes”.
El 26 de Julio de 1953 fue el grito de rebeldía de un pueblo humilde pero heroico decidido a acabar con gobiernos títeres y dictaduras, a ser libre aunque se debieran sacrificar valiosas vidas, de esta manera llegó el triunfo de la Revolución Cubana aquel 1ro de Enero de 1959, el día más feliz de nuestra historia, y en medio de aquella euforia por el triunfo Fidel en su primera alocución al pueblo advertiría mediante palabras proféticas, las cuales sorprendieron a muchos combatientes y la nación en general, que a pesar de la victoria lo más difícil estaba aún por venir y apenas habíamos comenzado, sin embargo Fidel tendría razón.
Muchos 26 de Julio ha vivido desde entonces el pueblo cubano para poder mantener invicta la Revolución, sacrificándose una y otra vez ya sea en medio de viles sabotajes como el del vapor la Coubre y el del horrendo crimen de Barbados, o agresiones directas como el ataque a playa Girón, o los días aciagos para la humanidad cuando una pequeña isla se convirtió en centro de atención mundial en la llamada “Crisis de los misiles” hasta llegar al ominoso y brutal bloqueo norteamericano que se mantiene a pesar de ser repudiado año tras año en la ONU, mostrándonos un mundo ingobernable saturado por la hipocresía de la diplomacia actual donde un país prepotente puede oponerse a todo y a todos si no están sublimemente de su lado.
A pesar de lo anterior, hoy el pueblo cubano abre sus brazos generosamente al mundo a través de sus hijos médicos, maestros e instructores deportivos, se opone con hechos y razones contra la desinformación mediática, obtiene justicia con el reconocimiento internacional por sus misiones humanitarias y confía en que esta nueva generación nacida con la Revolución sea el relevo que garantice la perpetuidad de nuestra independencia y nuestras conquistas, habiéndose formado con los más sublimes valores que una sociedad necesita, aquellos de los que hablara el Che cuando se refería al hombre del mañana, una sociedad justa, equitativa y participativa, respetando además la memoria histórica para decirle a Fidel desde nuestra trinchera internacionalista ¡Ayer, hoy y siempre es 26!
¡FELICITACIONES COMPATRIOTAS! ¡VIVA EL 26 DE JULIO! ¡VIVA LA REVOLUCION CUBANA! ¡GLORIA ETERNA A LOS HEROES DEL 26 DE JULIO! ¡SOCIALISMO O MUERTE! ¡PATRIA O MUERTE! ¡VENCEREMOS!

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